Primera Etapa

Democracia S.A.

Me acuerdo de aquel “sed realistas, exigid lo imposible”, en Mayo del 68, que hoy,

¡!oh paradoja!!,

ha sido apropiado y transformado en un tácito “sed oportunistas, ofreced lo imposible”, tan propio ya de las campañas electorales en particular, y de los populismos en general, a conciencia de la distancia entre lo que se pide por la sociedad y lo que se ofrece por la política, pero como la política en democracia  necesita votaciones electorales libres, piensan que la solución conveniente es

dar gato por liebre,

ofrecer mentira como verdad alternativa,

enfatizar retórica frente a realidad,

y eso lo permite la democracia cuando se convierte  en una Gran Corporación Anónima que escapa, más o menos, de los principios esenciales de la política,

bajo las ideas de un neoliberalismo omnipresente aunque en crisis,

y en armonía con el liderazgo económico y militar del país, todavía hegemónico, que es los Estados Unidos de América, aunque esta hegemonía también esté en la cuerda floja.

Nos movemos, pues, en un espacio que bien podríamos llamarlo de antipolítica,

si por tal entendemos el abandono del compromiso con la racionalidad y la justicia, que de manera concreta podríamos centrar en la distribución de ingresos como las cuestión más clave en la configuración de un nuevo orden social, que tiene que llegar, y que todavía no sabemos cuál va a ser, pues son varios los escenarios posibles donde eso se ventile.

La expresión que da título a esta entrada quiere decir asociación y connivencia del capital corporativo y financiero con el Estado, y, como consecuencia,

el dominio corporativo de las decisiones políticas y, más aún, del diseño y adopción de las políticas económicas,

y, como consecuencia de estas políticas económicas, la verdad más imperiosa e imperial es la de los ingresos desorbitados de una nueva clase gerencial de corporaciones industriales y financieras frente al empobrecimiento de una parte de la población rayana con la pobreza extrema y con la exclusión.

Con este panorama teórico que sucintamente señalo resultará fácil a cualquier lector captar el significado que tiene la expresión Democracia S.A. como una democracia “e-co-no-mi-za-da”,

o una economía que alcanza a todos los marcos y dimensiones que disciplinan la vida entre los seres humanos,

una de ellas la política, como gestión o arte de lo colectivo,

y que en buena parte explica todo lo que los ciudadanos corrientes no entendemos de los comportamientos políticos cotidianos,

y, como no los entendemos, tendemos a escabullirnos con cualquier ocurrencia como “es cosa de locos”,

ocurrencia que nos legitima para seguir en la inacción colectiva,

en lo nuestro,

en lo de cada uno,

es decir,

no en lo de todos,

es decir,

no en la política, que es, en definitiva, lo que pretende el pensamiento neoliberal y lo que conviene a la economía de mercado globalizada.

Así las cosas… ¿dónde quedan nuestros sueños de transformación radical?

¿Dónde van a quedar?

¿En qué van a quedar?

Todo pasa por hacer junto con otros,

pero de poco servirá este hacer juntos si no se acompaña de lo que es más difícil

y más esforzado,

qué es pensar y pensar junto con otros,

y,

finalmente,

lo más difícil todavía, que es hacer juntos de acuerdo con lo que hemos pensado juntos.

Pascual García Mora

Artículo escrito por Pascual García Mora, compartiendo pensamientos y reflexiones desde Scholé.