24 de febrero, viernes
Amar es…-
Todos tienen experiencias (en plural), y todos han oído y leído una gran variedad de asertos acerca de lo que es el amor, que incluye la afirmación de que no se puede decir lo que es, porque tiene un componente de inefabilidad, y todos han visto películas llenas de facticidades amorosas.
Yo añadiré aquí una simple cosa sobre la experiencia amorosa, esté dicha o no:
“amar es alegrarse de”.
Obviamente, no aspiro a una definición, aunque lleve el verbo “ser”, tan propio de las definiciones;
quiere ser una ocasión para pensar si cuando me alegro de algo, o de alguien,
la alegría es consecuencia de que estoy amando:
a una flor,
a una persona,
un recuerdo,
a la democracia,
a un proyecto, un animal, una meta, al mundo, a todos los seres humanos, al cielo estrellado etc. etc.
Y…me lo parece.
Me parece que amor y alegría guardan estrecha e íntima relación. Si amo me alegro. Y si estoy alegre es que estoy amando, aunque todavía no sepa el qué. Las dos cosas regalan plenitud;
el amor y la alegría no están pensando en otra cosa: son concordes y gratuitos.
25 de febrero, sábado
El azar.-
El azar…siempre es perfecto en su resultado. Es inútil ayudarle para que salga premiado nuestro número, aunque lo esperes, o lo sueñes.
Lo inesperado no lo trae el azar;
lo que imaginas, lo que ni siquiera sospechas, lo que no alcanzas a desear…, eso no lo trae el azar.
Lo trae la suerte;
la suerte no me parece caprichosa,
ayuda más veces a quienes la buscan y salen a la acción, bien sea a la calle o hacia el interior de uno mismo,
a quienes la provocan,
a quienes la seducen.
Porque es cierto que la realidad es de una manera,
pero puede ser de otra.
Nuestro mundo no es el mundo de lo necesario, sino de la contingencia, de ahí el trabajo, individual y colectivo, para poner las cosas a nuestro favor,
para poner la suerte a nuestro favor.
Hoy, por ejemplo, podríamos tener en casa prestándonos una ayuda esencial y de manera muy amable, a una persona
porque…
hace un tiempo tuvimos en casa a una señora venezolana cuidando de la fractura de una cadera, y el mes que aquella asistencia duró fue una experiencia mutua esplendorosa que se mantuvo, suavemente, de vez en cuando, a través de algún Wasap con ocasión de algo.
Pues bien, esta mujer que ahora podemos disfrutar es la hija de aquella señora venezolana que acompañó durante un mes a una fractura de cadena en esta misma familia. La señora se llamaba Maribel; su hija, Stéfany.
26 de febrero, domingo
Pensamientos sobre la poesía.-
1.- La poesía es un fin. No es un medio. Es un fin, solo.
2.- Los versos “residen” en los libros; la poesía, en cualquier sitio.
3.- La poesía no nace en los sentimientos sino en la experiencia.
(Quien mejor expresó este pensamiento, y lo desarrolló, fue Rilke en su inmortal obra “Cartas a un joven poeta”.
Decir que es la “mejor expresión” no deja de ser una vana y exagerada afirmación. Más bien quiero decir que “Cartas a un joven poeta” fue lo primero que leí de Rilke, y fue lo que me empujo a elegir a Rilke como poeta preferido para estar cerca de la poesía).
4.- La poesía nunca es un pacto.
5.- Un poema termina, nunca acaba.
6.- Los poemas no aspiran a tener una verdad final.