Dietario Desde Mi Jardin

Dietario desde mi jardín - Bahuinia Blanca

21 de abril, viernes

A propósito de una esquela.-

Encuentro en El País una necrológica de un señor que falleció ayer a los 83 años, con un texto que redactan sus tres hijas, que dicen:

“murió rodeado del profundo amor de sus hijas,

sus restos serán incinerados y trasladados a su pueblo de Jaén, por donde vagará entre sus queridas montañas”.

Constato que ninguna palabra va a expresar la agradable sensación que me ha producido esta pausa en la lectura del periódico, que tiene que ver, quizá, con ese verbo “vagar”, tan apropiado, tan expresivo de continuidad, para un sujeto que vivió queriendo a sus montañas, y que desea seguir caminando entre ellas, aunque ya no sepa con precisión lo que busca o lo que desea.

Me enternece la espiritualidad y la delicadeza de estas tres hijas,

que invitan a evitar el pronunciamiento de si acabar o

renacer,

y sugieren habitar esta apertura que es el vivir, pues no se trata (la muerte) de un fin sino de un final.

22 de abril, sábado

El conjuro de los protocolos.-

No me encontré con ellos cuando estudiaba en la Universidad; me los encontré mucho después, yo mismo contribuí a introducirlos en la Administración Pública, y ahora tropiezo con ellos de manera permanente, pues quien tiene una responsabilidad y se le pide que responda es seguro que saca a colación el protocolo sobre la materia, para explicar que ha seguido con detalle todas las reglas que estaban previstas en el documento.

Pero el protocolo no es un sujeto, y, por lo tanto, siempre es irresponsable, ni responde ni se le puede pedir que responda. Y como contrapartida siempre puede ser cambiado, corregido, mejorado. Solo los humanos son responsables de los protocolos, que nunca deben convertirlos en objetos talismán. Hasta hoy, el protocolo no puede sustituir a las personas, pues son las únicas que saben acertar y errar.

(Seguramente, muchos de los perniciosos efectos del COVID se debieron a que no disponíamos de protocolos sanitarios precisos, y seguro que todavía tienen lagunas conocidas que nadie corrige, como la falta de un par de líneas que digan qué es lo que tiene que hacer el médico de una Residencia de ancianos cuando uno de ellos enferma de gravedad. Lo tiene que decir, pues, si no lo dice, muchos volverían a morir por no ser trasladados a un hospital).

Lo que verdaderamente pretendo decir es que necesitamos de los protocolos, pero que no me gusta nada imaginarme, y vivir, una vida protocolizada. La vida sometida a una cadena de reglas precisas sirve para facilitar la otra parte de la vida, la más importante, sin protocolos, que incluya, por ejemplo, hacer una paella. Y, por supuesto, que Vermeer pintase “Joven con perla”.

23 de abril, domingo

Elogio y gratitud.-

En la bellísima ciudad suiza de Aarau hay un monumento con esta inscripción:

Heinrich Zschokke, 1771-1848. Al escritor, hombre de Estado y amigo del pueblo. LA PATRIA.

Me pregunto si en España existe algún monumento que elogie de manera tan explícita y sobresaliente a alguno de sus ciudadanos, del pasado lejano o del pasado reciente, con estas tres cualidades, las tres juntas y a la vez.

Me pregunto si vivimos en una Patria capaz de agradecer y de acordar fácilmente ensalzar a algunos de sus ciudadanos por estas tres relevancias: haber sido escritor, hombre de Estado y amigo del pueblo. Bien a nivel local, autonómico o de todo el país. La sociedad que no es capaz de agradecer, no estas en buenas condiciones para exigir (igual podríamos decir de las personas).

24 de abril, lunes

Violencia de género.-

No hay soluciones mágicas, hay soluciones.

Todos sabemos que esta clase de violencia hunde sus raíces en la desigualdad histórica entre varones y mujeres.

La solución básica (no mágica) es:

  • la educación (en igualdad)
  • desde la infancia (desde la primera)
  • con recursos económicos (no con voluntarismos)
  • con profesores formados (con exigencias rigurosas y profundas en las pruebas de acceso)
  • con profesores reciclados (periódicamente, con convivencias que superen los cursos de una semana)
  • y en todo el recorrido educativo (desde las escuelas infantiles hasta la universidad).

Llegará un día que pondremos fin a esta clase de violencia, y la veremos tan incomprensible y arcaica como hoy vemos la esclavitud.

Pascual García Mora

Artículo escrito por Pascual García Mora, compartiendo pensamientos y reflexiones desde Scholé.