Primera Etapa

El enemigo infiltrado

Conticuere omnes intentique ora tenebant.

(Todos callaron y absortos fijaban en él su mirada)

Este es el primer verso del Libro II de La Eneida. Virgilio narra y exalta el ingenio de los griegos que, no pudiendo asaltar la ciudad de Troya por los altos muros que la protegían, idearon la construcción de un gigantesco caballo en donde se alojaron un ejército de guerreros. Los troyanos celebraron “el regalo” del Caballo de Troya introduciéndolo en la ciudad por la puerta grande y, ya dentro, los griegos salieron de las tripas del caballo y tomaron la ciudad.

***

Metáfora inmortal ésta del enemigo infiltrado que ha sido recordada infinidad de veces, y lo seguirá siendo, por la belleza extrema que la expresa, y por el contenido alertador y aleccionador para las personas de entonces y…para las de ahora.

Quisiera que el motivo central de mi reflexión política girara acerca de cómo la propia democracia puede funcionar como enemigo infiltrado en los espacios democráticos más íntimos y sensibles.

La democracia es un sistema abierto:

a temas nuevos,

a cuestionamientos varios;

reclama controversia y oposición,

incluye a muchos interlocutores,

implica la actitud y el trabajo críticos, 

es reacia a cualquier clase de censura,

defiende la libertad de expresión,

permite y consagra las alternativas de gobierno…

Por ser un sistema abierto,

la democracia politiza la vida,

es decir,

identifica temas en su devenir tradicional, o rutinario, o natural, y los convierten en objetos de libre decisión colectiva para que puedan ser de otra manera.

Politizar es hacer la vida más complicada, más compleja sobre todo, pero más saludable, más compartida, más de todos y, por ello, más responsable, ¡y más fuerte!

Más fuerte y.. ¡más frágil!

Más frágil (porque depende de muchos ponerse de acuerdo en el qué y en el cómo); más fuerte (porque lo consigue, consigue algo que conviene a todos, y lo hace de manera más sostenible y duradera).

La democracia toma como punto de partida la realidad en su contingencia,

pues todo puede ser de otra manera

y todo interés es defendible,

pero no siempre la política y las políticas públicas han acertado en transformar la realidad en términos de eficacia y de igualdad.

La desigualdad, y la desigualdad de oportunidades en particular, es el gran fallo (para nada el único) de la política democrática, y, por lo tanto, de la democracia en sí misma considerada, de manera que la desafección ciudadana no solo lo es de la política y de los políticos sino que puede derivar, ya lo hace, hacia una desafección de la misma democracia.

Es muy perceptible la quiebra de confianza de la sociedad en sus instituciones,

y la desconfianza en que la política y los políticos puedan resolver problemas sociales se acrecienta y se generaliza.

Este es el caldo de cultivo para que los enemigos de la democracia, utilizando los votos de la propia democracia, quieran imponerse y transitar al gobierno de todos a través del gobierno de unos pocos. O de uno solo. 

La democracia tiene enemigos poderosos decididos a asaltarla sin precisar escalar sus muros:

Equo non credite, Teucri.
Qudquid id est, timeo Danaos et dona ferentes.

(Del caballo no os fiéis, troyanos. Temo a los griegos aunque presenten regalos)

Así se expresaban, dice Virgilio en la Eneida, los más juiciosos de la ciudad, que trataban apasionadamente de persuadir a sus conciudadanos a hundir en el mar el caballo (don insidioso de la astucia griega),

o entregarlo al fuego,

o taladrarlo para que descubra el monstruo su secreto.

Scinditur incertum studia in contraria uulgus

(pero el vulgo vacila incierto entre las dos opciones).

Estaba dudoso el pueblo entre la opción de destruir el caballo o entronizarlo en la ciudad de Troya por la puerta grande.

Y ya sabes, lector, quién ganó y qué es lo que pasó.

A veces me pregunto qué libros deberían leer los dirigentes políticos de verdad, los que haya. Pienso que éste que estamos utilizando hoy podría ser uno de ellos, pues bien podría contribuir a desenmascarar a los enemigos de la democracia que quieren infiltrarse para sustituirla.

Pascual García Mora

Artículo escrito por Pascual García Mora, compartiendo pensamientos y reflexiones desde Scholé.