No basta cambiar algo para que todo siga igual, pues se ha abierto un tiempo en el que los cambios necesarios deben ser “nuevos”, no lo mismo maquillado. Una nueva política es necesaria y la tenemos que hacer posible para que la práctica resultante sea capaz de cerrar la brecha entre sociedad y política. No pienso que la desafección sea ni de la política ni de la democracia, pero sí hay ruptura entre gobernantes y gobernados, sí hay quiebra de fidelidad mutua, y hartazgo contra el control absoluto ejercido por los partidos, control que ha hecho posible una corrupción sistémica.
Siendo los partidos políticos realidades cruciales en la articulación de la representación política, hemos de tratar de identificar indicadores que delaten “novedad” en su organización, en su funcionamiento, en los comportamientos individuales y corporativos de sus miembros, en la propia gestión y gerencia organizacional.
Resolver la crisis de credibilidad y de honestidad de los partidos pasa por hacer política de otra manera:
no solo de hacer política
sino de ser políticos de otra manera, políticos verdaderos, honestos, ejemplares en su vida pública.
Indicadores, decimos, que delaten “novedad”.
Cuando haciendo lo mismo las cosas siguen mal…la única opción inteligente y honesta es hacer aquello que no estamos haciendo, comportamientos con capacidad de generar rupturas y discontinuidades, más acordes con el grito de la gente de “democracia real, ya”.
La gran novedad, la madre de todas las novedades, es…irnos convenciendo que la crítica actualidad política está necesitada de…más política, de política de todos, de base, como fuente de la re-novación.
La movilización de la sociedad civil través de integrar una trama capilar de pequeños poderes e instituciones situados en el nivel más bajo de una pirámide con capacidad de influencia contra la vieja política de las alturas y hacerlo ayudando. ¿No veis que no pueden, que no saben, que no quieren?
Es un imperativo de una nueva política recurrir a los destinatarios de la política, convertidos en actores: es preciso “actuar”, no solo decir “basta ya”. Es necesario seguir interpretando el mundo, pues interpretar el mundo ya es una apropiada manera de cambiarlo (con permiso de Karl Marx), asumiendo cada uno su signo indescifrable con voluntad de expresarlo.
Ciudadanos actores político los días de voto y en todos los días que no se vota, cooperando:
de manera paciente,
con paciencia histórica,
más allá de slóganes y de impactos (las bombas impactan),
sembrando libertad, criterio y raciocinio en nuestras mentes,
que nos permita continuar el proceso de la propia transformación
y contribuir,
en algo,
a transformar significativamente la realidad que nos rodea.